martes, 13 de marzo de 2018

COLOR DE HOGAR

COLOR DE HOGAR
#coachingproactivo
Diría que tod@s 
en algún momento
hemos sentido miedo.
De distintas intensidades
direcciones… formas…
calibres… formatos…
Tod@s en algún momento 
hemos tenido vértigo…
al imaginar el vacío
bajo nuestros pies.
Para un@s puede ser 
una sensación…
conscientes y placentera
Para otr@s ni de lejos.
Un deporte de riesgo…
puede provocar miedos…
incertidumbres… alertas…
Pero quien lo realiza…
le apasiona la sensación
del antes… del durante…
y del después.
Y elige conscientemente
practicarla.
Otros tenemos hábitos que
nos llevan a crear y
mantener situaciones 
de miedos e inseguridades…
vividos de forma limitante.
Fíjate que…
de cuántos conoces…
cada un@ tiene
su fórmula interna
bien clara y definida
con los requisitos que
deben materializarse
para afirmar que
se está dando “la felicidad”
No sé si eres de l@s que
se sienten feliz y entonces 
se hacen conscientes
de los ingredientes que
están interviniendo.
O te das cuenta 
de los ingredientes 
y entonces te pones feliz.
O sientes que
siempre falla algo.
O infinitas maneras más.
O todas ellas…
O ninguna.
Lo que estoy casi segura es que
tu formulación de la felicidad
requiere de ajustes constantes.
Porque no es posible
tanta infelicidad…
con tanta maravilla 
por delante.
Algo tiene que estar
mal formulado.
Observarás que…
hay gente que 
“son felices” 
faltándoles ingredientes 
imprescindibles
según tus calibraciones
La felicidad
se crea en tu cabeza
y ella le da permiso 
al cuerpo para relajarse…
libera las emociones…
propias de “la felicidad”
según tú.
O viceversa…
el cuerpo te hace consciente
por las múltiples sensaciones
de bienestar y tu mente lo acepta
como apto y lo incluye
en su amplio y complejo 
organigrama.
Ser feliz es…
un aprendizaje de vida.
y tú el o la guía que
elige en qué fuentes
pararte a beber.
Dicen que
es cuestión de actitud…
Desde luego es cuestión de
dejar de instalarse en la queja
y ser capaces de reconocer
las luces y las sombras.
Y en lugar de tratar 
de separarlas 
aceptar que 
una no es sin la otra.
Y será tu mirada…
tu tacto… tu olfato…
tus pensamientos…
caricias… palabras
enamoradas… confiadas…
lo que transformará
en algo extraordinario
sea lo que sea que
caiga en tus manos.
Acoger es dar hogar…
un hogar templa 
a las almas.
Acógete en tu hogar.
atempera las brasas.
Imagen: twitter.com