Recuerdo una entrevista a Alaska…
dónde le preguntaron que cómo era posible...
que una mujer como a ella... tan moderna...
le encantara la Hello Kitty...
A lo que ella contestó tranquilísima…
que sí…que le encantaba...
Para mí esa cosa tan simple tan sencilla…
fue un descubrimiento… una liberación...
Muchas cosas conectaron... funcionaron...
se desecharon… llegué a entenderme…
no en todo… en algo…
Fumé la pipa de la paz… conmigo…
Quizás entonces fue la primera vez…
que tomé conciencia de estar caminando
por un camino hecho… transitado… muy pulido…
aparentemente fácil… pero resbaladizo…
demasiado pisado… casi sin ritmo…
Fue un atropello de información…
que aun ando enriqueciendo y digiriendo.
Mi vida vivida de puntillas… por no desentonar…
donde otras maneras me empujaban…
y yo trataba de hacerlas callar… que vergüenza..
en público no… ¿qué van a pensar?...
si ya me tratan de rara… no me faltaba más…
Se ve que del todo... por más que lo intenté…
nunca fui capaz de esconder mis “rarezas”
Pero como dice más o menos Pooh…
son esas rarezas las que me hacen a mí…
sin ellas podría ser cualquiera…
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