#coachingproactivo
Qué “mentiras y verdades”
serán más fáciles de identificar...
Las que el corazón calla...
o las que cuenta...
entre palabras que no dicen nada...
Cómo lo identifico en mi...
a través de mis silencios...
a través de mis palabras...
Cómo lo identifico cuando es el otr@...
quién me habla... me cuenta...
Cómo cuándo no soy ni un@... ni otr@...
sólo formo parte del contexto...
Tan distinto es según el lugar...
que toque desempeñar...
Porque hay similitudes...
pero también diferencias...
Los sentidos que usamos...
son distintos según quien hable...
Porque si es otr@ quién habla o calla...
lo veo con mis ojos...
A mi no me veo... no con mis ojos...
me siento... me noto... me imagino...
que es ver también...
pero de otea manera...
Hay más diferencias...
sólo observando los sentidos...
que te invito a explorar...
te invito a que las sientas...
Sólo eso... hasta ahí...
porque no voy a entrar
en el significado... en el contenido...
que una vez oído... sentido... notado...
se le dará a cada palabra... gesto... tono...
todo computado junto a cada sesgo...
que en mi experiencia tengo del otr@...
para lo malo y para lo bueno...
No eso para otro día... otro momento...
quedémonos en lo básico...
primario... prioritario... los sentidos...
Sólo observa qué sentidos priorizas...
cómo te va llegando la información
a través de cada uno de ellos...
En los tres papeles posibles a atender...
tú... el otr@ y el contexto...
No consiste en que juzgues...
lo que haces tú o el otr@ o el vecin@...
La idea es que te maravilles...
observándote cómo lo haces...
te sorprendas... te rías de ti mism@...
Y desde ese descubrir tomes conciencia
de qué tendrías que limar...
para que la información llegue...
lo más limpia que pueda...
desde cada canal de los cuales recibes...
Vista.. oído.. tacto... gusto... olfato...
No creas que para hacer esto tu mente...
te dejará tranquila... ni mucho menos...
Ella estará ahí continuamente...
déjala hacer... libremente...
Y observa qué hace... sólo observa...
con tus sentidos... sólo obsérvala...
No le regañes... admírala...
Te podrá gustar más o menos sus hábitos...
pero sus habilidades son extraordinarias...
Empieza a ponerlas a tu servicio...
ella hará lo que tú la tengas acostumbrada...
Por eso primero OBSERVA... sólo observa...
Qué hace... cómo lo hace...
Y desde ahí... desde observar esa maravilla
empieza a notar los posibles cambios
que harían que tu máquina... tú, máquina...
fuera lo más precisa posible...
Para lo cual es preciso...
constantes revisiones...
hechas desde el cariño...
Hala... ya tienes faena...!!!
Imagen: Jimmy Liao
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