lunes, 21 de enero de 2019

A GALOPAR

Ir a la desesperada…
es una manera de agotar
una gran cantidad de energía
en poco tiempo.
Sin garantizar 
un resultado deseado.
La desesperación
acota el campo de visión
y pudiera ser que
incluso lo distorsione.
Ir a la desesperada es…
superar un limite.
Cuando algo te supera
se producen
unos mecanismo interiores que
rompen con normas… 
sesgos… miedos… techos
y llegas a hacer cosas que
no hubieras imaginado.
Y puede ser muy bueno…
en muchos casos.
Hay límites tan difíciles
de superar que 
se necesita alguna 
hecatombe interior que
lo haga tambalear…
y caiga derrotado.
Por eso ante 
tanto secreto interior
dentro de nosotr@s mism@s
una buena manera 
de favorecer nuestra evolución es
permanecer curios@s
ante toda sensación que
nos visite.
Cuánto más desconocida…
incluso incómoda sea
más interés y amabilidad
tendríamos que mostrar
para así dejar que
se desnude y nos muestre
aquello que 
ha venido a mostrar.
No te quepa duda que
lo que trae es para mejorar
facilitar… endulzar…
aunque de principio
cueste de integrar.
Confía en que lo que
llega es un regalo
y caballo regalado…
invita a trotar el campo.
Imagen: Pinterest