Vivimos en un mundo que
más que fuera
podríamos decir que
está en nuestra mente.
Nada de lo que ocurre fuera
entra en nuestra comprensión
sin los tintes personales
de cada un@.
Así ante la misma situación
cada un@ la vive
de manera única y genuina.
Vivimos en nuestra propia
Interpretación del mundo.
Y podríamos estar haciendo
una interpretación pobre
Y estar viviendo en
un mundo limitado más
por lo que pensamos que
por lo que es.
Es increíble e irremediable
el poder que tienen
las creencias en nosotr@s.
Si creemos en algo…
somos capaces de
llegar a los confines
del mundo para colocar
nuestra bandera.
Pero claro…
cómo se crean esas creencias
en cada un@.
Son lazos fuertes que
nos aferran a la vida.
Aunque a veces
parecieran acercarnos
más a la muerte…
por los escapes de alegría
y nos hacen vivir
una muerte en vida.
Como el cuento
del elefante encadenado
de Bucay.
Así que como ese elefante
gigante que se encuentra
atado a una estaca insignificante
y que con un solo gesto
lograría desengancharse…
así nos encontramos nosotr@s.
Sentir el desenganche
nos produce vértigo…
a la vez que
queremos salir corriendo.
Y para eso están
los términos medios…
ni una cosa ni la otra…
hay una inmensa
gama de grises que
se nos escapa
Y es en ellos que
si exploramos
encontramos respuestas
satisfactorias que
nos sirvan de puentes…
para ir atravesando
pequeños tramos
en lugar de sentir que
hay un abismo…
la misma nada.
Yo no sé qué te ata…
pero resulta más interesante
adentrarnos en descubrir
qué nos libera…
y poner rumbo allí
Esa sí sería
una buena creencia
creer que un mundo mejor
empieza en nuestras cabezas
Sácate el pasaporte vital
para ir donde te apetezca
Créetelo y lo creas…
eres una fuerza irrefrenable
de la naturaleza.
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