QUÉ LA VIDA TE INSUFLE VIDA
Soy de sorprenderme
no sé si viene de serie
programado o espontáneo.
Pero parezco tener
una delgada línea que
VIBRA
A veces alto
A veces bajo
A veces lindo
A veces agrio
Señal que estoy viva
me digo.
Sobre todo
cuando los agudos me separan
cada extremidad del cuerpo
hacia puntos opuesto.
Por supuesto.
Estoy viva me digo
mientras me voy
desmoronando…
desdibujando…
en caída libre…
chocando cual bola de flipper
repetidas veces
con cada obstáculo.
ESTOY VIVA
me digo…
ESTOY VIVA
pero quisiera morirme.
“Qué pase de mi este cáliz”
nunca lo he dicho… sentido…
ni pensado así con todas sus letras
Pero sí con todo su significado.
Entonces me digo que
además de estar viva
SOY HUMANA
y tengo miedo.
Y NO PASA NADA
A partir de aquí
la partida gira
y entro en juego.
De nuevo.
Aún con impacto… rasguños…
alma quebrada…
y susto en el cuerpo…
ME LEVANTO
Como buena entrenadora
reviso jugadas…
y calibro qué fue útil…
qué innecesario…
que sobró… dónde faltó…
Porque para volver a salir a la pista
quiero conocer cada lesión
que me sacó del terreno de juego.
Esto es una constante
Empezamos en equipos
de quinta o sexta división
Con poca atención… ni revisión.
El todo por el todo
Hasta que vamos subiendo
y haciéndonos cada vez más profesionales
en el juego de nuestra vida.
Hay games que no merecieron
ninguna partida
Otros de los que hay que retirarse a tiempo
Algunos a los que habría que arrojarse
y perderles el respeto.
Como siempre
hay para todos los gustos
si no eres capaz de verlo
es que quizás estés muert@.
Si así fuera
coge unas tenacillas
acércala a cualquier parte del cuerpo
y pellizca.
Si gritas de dolor
ALÉGRATE
aún hay esperanza
Cuando menos te des cuenta
vas y resucitas.
Y pasas de chupar banquillo
a primera línea
para marcarte un gol
en tu propia portería.
Porque es con un@ mism@
el partido más importante de tu vida
Imagen: pinterest
