LECCIONES DE VUELO
#coachingproactivo
#coachingproactivo
Todo a lo que
nos acostumbramos
termina formando parte…
aparentemente natural
de nuestro ser y estar particular.
Es decir que
en un principio podemos notarlo…
percibirlo… sentir que está…
pero su continuidad en el tiempo
hará que lo normalicemos
mecanicemos y nos olvidemos
de hacerlo funcionar.
Se mantiene casi sólo
con mínima atención consciente.
Y esto para
los hábitos saludables
tiene su parte interesante.
Pero peligroso quizás
para los que no lo son tanto.
Y es que es muy posible que
ya haya bastantes de estos
instalados en nuestro sistema
desde hace mucho…
mucho tiempo atrás.
En los tiempo en que
se nos trababa la lengua…
no por miedo o inseguridad
sino por falta
de entrenamiento y agilidad
debido a nuestra corta edad.
Traer a primera línea
de consciencia esos mecanismos
aprendidos hace tanto ya…
no es nada fácil.
Debido sobretodo a que
“no sabemos” mejor diría
hemos olvidado que
están ahí
Los confundimos con
características propias
como son el color de pelo
de ojos… de piel…
altura… forma de las uñas…
entradas… nº de calzado…
Y no tienen nada que ver
una con otra.
Unas pueden ser
cambiadas a través de
procesos químicos…
intervenciones quirúrjicas…
tintes.. lentillas…
Pero las otras no están en ti
ni en tu piel…
no las traes de serie…
las otras las has aprendido
y podría haber sido
cualquier otra conducta…
creencia… costumbre…
las que te trajeras hoy entre manos
sí en lugar de nacer
dónde has nacido
lo hubieras hecho
en otro lugar…
en otro tiempo.
Con esto quiero decirte que…
lo más valioso
de cada uno de nosotros…
es como si fuera un trozo
de barro… plastilina… masilla que
mantiene una humedad constante
para ser modelado
una y otra vez hasta que
tome la forma que mejor
nos convienes a cada un@
en función de las circunstancias.
O un alambre que
puedes cambiar de forma
según el uso que necesites.
O esas varitas del campo que
bailan al son que al viento
se le antoje ir soplando.
No hay lucha…
en el barro… en la plastilina…
en el alambre… en las varillas…
no hay más resistencias que
las que implica el propio material…
su forma… su peso… su volumen…
Hay una actitud disponible
ante la vida.
Una confianza absoluta en que
pasará lo que tenga que pasar.
Mientras tanto cada un@...
debiera permanecer haciendo…
lo que verdaderamente siente que
tiene que hacer.
No esperes nada
y verás que ya está todo.
Lo único que falta…
cuando falta algo…
eres tú.
No las circunstancias…
ellas siempre están.
Deja de ausentarte
y quédate aquí… ahora…
contigo… a solas…
y haz lo que te plazca.
y disfrútate a lo grande...
¡Qué sea la misión más importante que
te traigas siempre entre manos!
Imagen: Behance
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